¿Quien no recuerda cuando de niño le decían que contar con los dedos era para los que no sabían sumar bien? En aquel momento se creía así y por ese motivo se animaba a los estudiantes a abandonar es práctica infantil lo antes posible. Cuando ya eras capaz de hacerlo de memoria se consideraba un dato muy positivo. Pues lo cierto es que la neurociencia ha demostrado que es rotundamente falso y que eliminar ese recurso tan a mano (nunca mejor dicho) perjudica las habilidades numéricas.
En un estudio realizado se observó el área del cerebro dedicada a la percepción y representación de los dedos. Curiosamente se ponía en funcionamiento cuando se realizaban cálculos mentales aunque no se utilizasen los dedos. También era así cuando se resolvían problemas complejos, con números mayores.
Parece ser que una buena percepción de los propios dedos predice los resultados en cálculo incluso en estudiantes universitarios y que tal vez por eso los músicos suelen tener buenas aptitudes para las matemáticas. Cuando se practicaron actividades de percepción de sus dedos con un grupo de niños de seis años, sus resultados en aritmética mejoraron. Es más, se considera mejor predictor del éxito en la asignatura que los tests de inteligencia.
Todos estos estudios son muy recientes y en ningún currículo de la asignatura aparece la realización de actividades para la mejora de la percepción de los dedos, que dicho así suena un poco cómico. Pero sí se pueden realizar algunas actividades de psicomotricidad fina que trabajan esta cuestión. En función de la edad tendrás que hacer pequeños ajustes en la dificultad de lo que le propongas:
Material:
- Gomets de colores
- Plantillas con 10 teclas de piano, separadas en dos grupos (uno por mano). En la imagen puedes observar dos ejemplos distintos:
- Juegos de seguir la línea, de colores, como el que encontrarás en el siguiente enlace.
Actividades:
- Pega un gomet de cinco colores distintos en las cinco uñas de la niña. Haz lo mismo en las dos manos (mismos colores en mismos dedos). Pídele que toque la tecla de piano correspondiente al color de cada dedo.
- Pídele que siga las lineas del juego con el dedo que corresponda al color.